null El 6 y 7 de noviembre de 1985 la justicia fue atacada, pero se levantó en su dignidad: presidente del Consejo Superior de la Judicatura, Jorge Enrique Vallejo Jaramillo

 

 

  • En su intervención en la jornada académica Memoria Justicia y Reflexión, realizada por la Corte Suprema de Justicia en la Universidad Externado de Colombia, el presidente de la Corporación enfatizó en que sin verdad no hay justicia; sin justicia no hay democracia”.
  • El magistrado Vallejo Jaramillo pidió perdón, en nombre de la institucionalidad y de la sociedad, por las veces en que las víctimas y sus familias fueron invisibilizadas y enfrentaron solas el dolor, la incertidumbre y la búsqueda de verdad.
  • Agregó que la defensa del orden democrático no se hace con fusiles, sino con argumentos, convicciones y respeto por la Constitución de 1991.

Bogotá, 4 de noviembre de 2025 (@Judicatuacsj). El presidente del Consejo Superior de la Judicatura, Jorge Enrique Vallejo Jaramillo, aseguró que el 6 y 7 de noviembre de 1985 la justicia fue atacada, pero se levantó en su dignidad y se puso en pie.  Destacó que en la memoria nadie muere y que la lucha por la paz debe mantenerse viva en la conciencia de los colombianos, e hizo un llamado a vencer la indiferencia, gestionar el miedo y trabajar por la verdad, el perdón y la reconciliación.

En su intervención en la jornada académica Memoria Justicia y Reflexión, realizada por la Corte Suprema de Justicia en la Universidad Externado de Colombia, con motivo de la conmemoración de los 40 años de la toma y retoma del Palacio de Justicia, el presidente de la Corporación enfatizó en que “sin verdad no hay justicia; sin justicia no hay democracia”.

“Sin democracia no es posible garantizar y promover los derechos de los individuos, de las comunidades. Hay que persistir en reclamar la verdad sin rodeos, sin manipulaciones, sin cosmética. Comprender la inconmensurable dimensión de lo ocurrido, reivindicar a las víctimas inocentes, grabar sus nombres en la memoria y acompañar con respeto a sus familias”.

El magistrado Vallejo Jaramillo pidió perdón, en nombre de la institucionalidad y de la sociedad, por las veces en que las víctimas y sus familias fueron invisibilizadas y enfrentaron solas el dolor, la incertidumbre y la búsqueda de verdad.

“Reivindicar a las víctimas inocentes, grabar sus nombres en la memoria de la Nación es acompañar con respeto a sus familias y pedirles perdón por las veces que como sociedad las invisibilizamos. Hoy desde aquí pido perdón a todas aquellas víctimas, y en especial a las de las personas humildes y sencillas que perecieron allí, víctimas del mismo fuego, de las mismas balas, de las mismas llamas, pero que a veces quedaron como parte secundaria de esta tragedia llamada holocausto del Palacio de Justicia”.

Lamentó que aún existan grupos ilegales que pretenden hacer ‘juicios revolucionarios’ y recordó que los servidores del CTI Jesús Antonio Pacheco Oviedo y Rodrigo Antonio López Estrada, así como de los uniformados de la Policía Nacional: el subintendente Franque Esley Hoyos Murcia y el patrullero Yordyn Fabián Pérez Mendoza, aún siguen secuestrados.

“Estas personas son colombianos; son hijos, son hermanos, son esposos, solo que la violencia criminal se ensañó con ellos por el hecho de servir a la patria. ¿Alguno de nosotros los tiene presentes? ¿O estaremos adormecidos, como muchos, viendo nuevamente un partido de fútbol mientras ardía el Palacio de Justicia? ¿Será que permanecemos con la conciencia anestesiada, con los ojos vendados, con el corazón hecho hielo para que no nos interese lo que ocurre con estas personas?”.

Agregó que la defensa del orden democrático no se hace con fusiles, sino con argumentos, convicciones y respeto por la Constitución de 1991.

“Tenemos que defender la democracia, pero de la manera correcta, respetando la Constitución, los derechos humanos, el Derecho Internacional Humanitario, respetando algo tan claro como unas elecciones legítimas para que seleccionemos a quienes el país considere deben ser sus gobernantes”.